Bolivia afronta una encrucijada histórica tras veinte años de dominio político del Movimiento al Socialismo. Dos décadas de estatismo, clientelismo y despilfarro han desembocado en un escenario económico calamitoso: déficit público de más del 10% del PIB, inflación interanual del 25% y problemas crecientes de abastecimiento de alimentos y combustibles . El modelo de Evo Morales y Luis Arce, que durante años se presentó como un ejemplo de “redistribución inclusiva”, ha terminado por colapsar bajo el peso de sus propias contradicciones.
El derrumbe económico ha ido acompañado de un desplome político. El candidato oficialista apenas ha obtenido el 3,2% de los votos y un escaño en el Congreso frente a los 75 que controlaba el MAS hace tan solo unos años. Aunque una parte del voto radical-