Una vez disipado el polvaderón de dimes y diretes que dejó la carta de Doña Beatriz Gutiérrez “Mueller” en torno a su presunto cambio de residencia a la Madre Patria por cuestiones estrictamente académicas de su jovencito hijo, es menester señalar algunos puntos.
En primerísimo lugar, diría un amigo mío levantando el dedo índice de su mano derecho a la altura de la cara, tiene un error que no puede permitirse: uno de sus apellidos está mal escrito.
Según hemos sabido todo este tiempo, el segundo apellido de la esposa de YSQ es Müller (así, con diéresis) y no Mueller. Luego entonces, la firma de Doña Betty asentada en la carta no corresponde al nombre completo correcto.
En términos legales, creo que un error así invalida cualquier trámite. Por ejemplo, si al momento de solicitar su pensi