Las papas al horno son el acompañamiento más tentador de cualquier comida, pero no siempre salen doradas y crocantes como nos gustaría. El secreto está en un paso previo que hace toda la diferencia.
Qué hay que hacer para tener unas papas crocantes
Para que las papas queden crocantes por fuera y tiernas por dentro, seguí este consejo infalible:
Cortá las papas en bastones o cubos y ponelas en un bowl con agua fría y una cucharadita de sal durante 15 minutos. Secalas muy bien con un paño limpio o papel absorbente. Llevá al horno fuerte (220 °C) con apenas un chorrito de aceite, sin amontonarlas. Con este simple paso, vas a lograr esa textura dorada y deliciosa que parece de restaurante.
Mirá También
Galletitas caseras para los más chicos: la receta simple de Jimena Monteverde con pocos