PUERTO RICO – No se trató solo de un altercado callejero. Fue una escena de horror entre adolescentes y adultos, frente a testigos que aún no pueden olvidar los gritos.
Gabriela Nicole Pratts Rosario tenía 16 años. Estaba a punto de cumplir 17 y de comenzar su último año escolar. Pero la madrugada del 11 de agosto, lo que empezó como una pelea entre jóvenes tras una fiesta terminó en su brutal asesinato, a puñaladas. Ocho veces la apuñalaron con un cuchillo. Y no, no fue una sola persona.
Según el Departamento de Justicia de Puerto Rico fue un acto conjunto entre madre e hija: Elvia Cabrera Rivera, de 40 años, y Anthonieshka Avilés Cabrera, de apenas 17.
El caso sacude no solo por la violencia, sino por las capas humanas que revela: amigas convertidas en enemigas; una madre involucrad