El Gobierno del presidente Donald Trump ha comenzado a aplicar una nueva estrategia en la frontera sur de Estados Unidos: pintar de negro las barras de acero del muro con México con el objetivo de elevar su temperatura y complicar su escalada.
La medida, anunciada este miércoles por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, se suma a los esfuerzos de la Casa Blanca por reducir la inmigración indocumentada.
En un mensaje en la red social X, Noem aseguró que el muro renovado “es parte de la diferencia. Demasiado alto para escalarlo, demasiado estrecho para atravesarlo y ahora, tan caliente al tacto que los inmigrantes ilegales ni siquiera lo intentarán”.
La funcionaria visitó el martes la localidad de Santa Teresa, en Nuevo México, donde explicó que la pintura negra no solo bu