La calle principal del barrio de Columbia Heights en Washington D.C. por lo general está llena de gente que vende comida, fruta fresca, recuerdos y ropa. El martes, no obstante, la situación era diferente: las carpas blancas, repletas de comida y mercancía, escaseaban más de lo normal.

“Todo ha paralizado la última semana”, expresó Yassin Yahyaoui, vendedor de joyas y figuras de cristal. La mayoría de sus clientes y compañeros vendedores, dijo, “simplemente han desaparecido”, sobre todo si hablan español.

La calle anormalmente tranquila fue una de las muchas pruebas que muestran cómo la decisión del presidente Donald Trump de inundar la capital estadounidense con agentes del orden y de inmigración ha repercutido en toda la ciudad.

Aunque los despliegues de tropas y las patrullas de a pi

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