Un almuerzo en el restaurante Rifugio dei Naviganti , en la isla italiana de Ponza, ha provocado un gran revuelo tras conocerse la cuenta final: 923 euros por cuatro comensales, es decir, unos 225 euros por persona. El menú incluía un entrante, cuatro platos de pasta con langosta, agua y vino. Solo la pasta con el marisco ascendió a 759 euros, mientras que dos botellas de vino blanco sumaron 120 euros.

El dueño del establecimiento, Mario Coppa, defendió los precios y aseguró que todo se ajusta a la legalidad y a la transparencia. Según explicó, la langosta se cobra a 230 euros el kilo, se presenta viva en el propio comedor con una etiqueta que indica su peso —en este caso, unos 825 gramos por pieza— y son los clientes quienes deciden si aceptan o no el plato.

A pesar de la polémica en

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