La Administración Trump confirmó en las últimas horas el runrún que resonaba en todo el sector tecnológico estadounidense: el Gobierno considera adquirir una participación del 10% del fabricante de chips Intel , convirtiéndose -si se materializa la maniobra- en su mayor accionista.
Sin embargo, lo que para el secretario del Tesoro, Scott Bessent, es una operación para “ ayudar a estabilizar la producción de chips de la empresa en Estados Unidos ”, para el titular de Comercio en EE.UU., Howard Lutnick, el fin último es obtener un retorno de las subvenciones concedidas por la Ley de Chips de 2022.
Y es que el Ejecutivo estadounidense se plantea convertir parte o la totalidad de las ayudas de Intel en acciones de la compañía a través de esa norma.
Esta empresa estadounidense que fu