Estos días reclaman una alimentación adaptada al termómetro y a los productos de temporada y lo más importante beber mucho líquido, pero no hay que olvidar alimentarse bien. Al sudar, eliminamos vitaminas y minerales, por lo que es muy importante reemplazar tanto unos como otros, y para ello nada mejor que las frutas y verduras frescas. El calor aumenta también el riesgo de infecciones y problemas digestivos. Consumir alimentos ricos en fibra ayuda a mantener el buen tránsito intestinal. El calor quita las ganas de comer y, sin embargo, alimentarse bien en estos sofocantes días es imprescindible para reponer las vitaminas y minerales que elimina el sudor, especialmente en embarazadas, convalecientes y ancianos.

Es mejor comer pocas cantidades y a menudo hacer una gran comida al día. Inge

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