Barcelona El Rose Garden de la Casa Blanca ya no es ese espacio verde que Jackie Kennedy proyectó en los años sesenta. Tras meses de obras, el presidente Donald Trump ha completado una renovación polémica que ha convertido el césped en un patio de piedra blanca, con sombrillas rayadas en amarillo y blanco que recuerdan a los de Mar-a-Lago, su propiedad de Florida.

La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ha mostrado el nuevo espacio a los periodistas mientras sonaban, por los altavoces, canciones elegidas por el propio Trump, como En whiter shade of pale , de Procol Harum. Según la revista People , el presidente estadounidense aprovechaba para "probar el nuevo sistema de sonido" y preparar lo que él mismo ha descrito como "el mejor evento en la historia de la Casa Blanca".

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