En las calles de Avellaneda quedan rastros de la barbarie. La sangre salpicada sobre la acera es todo un testimonio de la violencia que se generó en el entretiempo de un partido que no se volverá a jugar. Hubo 125 detenidos, todos chilenos, pero ninguno de los barrabravas que tomó por asalto la tribuna Pavoni Alta . Las imágenes que se viralizaron en las redes sociales, y mostraron una brutal golpiza que terminó con graves heridos, escalaron a nivel diplomático.
A tal punto, que Álvaro Elizalde , ministro del Interior trasandino, viajó a Buenos Aires de urgencia enviado por el presidente Gabriel Boric .Y hasta Gianni Infantino , mandamás de la FIFA, se expresó sobre el tema. Sin embargo, a esta hora, ninguna autoridad pudo explicar quién permitió el acceso de los salvajes a la