Los vecinos de Gràcia se posicionan al margen de la polémica sobre el uso de la lengua desatada a raíz de las acusaciones que se han vertido contra la heladería Dellaostia , después de que una pareja haya denunciado que los camareros les atendieron en castellano cuando ellos preferían el catalán.

“Por hablar en español, llamarle “facha” es una agresión muy violenta ”, comenta Carlos, natural del barrio, a Crónica Global en referencia a las pintadas que aparecieron en la persiana del establecimiento en la mañana de este lunes en las que les han tildado de “fascistas de mierda” y “putos fachas”.

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Es la opinión mayoritaria entre los viandantes que pasan por delante de Dellaostia

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