El Gobierno del presidente Donald Trump ha iniciado un proceso de verificación masiva que abarca a los más de 55 millones de extranjeros con visas estadounidenses vigentes, en busca de posibles infracciones que puedan derivar en la revocación de sus documentos y la deportación del país.

Un funcionario del Departamento de Estado confirmó que el programa de revisión se enmarca en la política migratoria más restrictiva aplicada desde el regreso de Trump a la Casa Blanca en enero.

“La verificación continua incluye a todos los titulares de visas vigentes”, explicó el portavoz, sin precisar cuánto tiempo durará el proceso ni cuántas personas podrían verse afectadas, según recogió la agencia EFE.

De acuerdo con las directrices oficiales, los visados pueden ser cancelados si se detectan señal

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