A don Manuel* lo sorprendió un sofoco mientras hacía unas compras en el Dollar City. Sintió que el aire le faltaba y decidió salir en busca de una gaseosa. Caminó unas cuadras, hasta que encontró una tienda. Estaba apenas levantando la botella fría cuando un estruendo lo sacudió. El piso tembló bajo sus pies. Eran las 2:50 de la tarde y había acabado explotar un camión cargado de cilindros frente a la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez .

2:55 p.m.

El ruido dio paso a un silencio breve y luego al caos. Don Manuel, todavía aturdido, caminó de regreso hacia el Dollar City. No era el mismo lugar del que acababa de salir. Estaba destruido, reducido a vidrios y escombros. Gente cubierta de polvo gritaba en todas direcciones. “¡Pusieron una bomba, pusieron una bomba!”, se e

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