La clase alta inglesa, siguiendo una costumbre del siglo XVIII ritualizada en el XIX, tenía The Season, la temporada de vida social en Londres que coincidía con el inicio de las sesiones en el Parlamento. Los afortunados dejaban sus casas de campo, que eran el hogar principal ligado a sus posesiones, en las que habían residido el verano y el otoño, para vivir durante el invierno y la primavera en sus mansiones de Londres en las que se desarrollaban los actos sociales. Los franceses, republicanos, tienen la democrática rentrée, el reinicio de la vida cotidiana tras las vacaciones de julio y agosto (“les grandes vacances”) que, por cierto, ellos instauraron como derecho de los trabajadores a 15 días de vacaciones pagadas en julio de 1936 (existe el precedente más restringido de nuestra ley d
Muñoz Molina triunfa en la ‘rentrée’

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