El acoso contra el periodismo no se detiene. El martes, la periodista Carolina Fernández fue objeto de una campaña de intimidación al recibir más de 300 llamadas telefónicas automatizadas donde se le amenazaba de secuestro además de daños a su propiedad.
En este hecho, identificado por la organizaciones CIMAC y Artículo 19 como una modalidad de acoso digital, fueron saturadas las líneas telefónicas con un ritmo de hasta 4 llamadas por minuto.
OPERACIÓN DE ACOSO
Imágenes compartidas por la periodista afectada muestran que estas llamadas procedían de cientos de números distintos.
A través de estos mensajes se le exigía el pago de una presunta deuda a nombre de Lilia Herrera Gómez a quien, supuestamente, le servía como aval.
Las llamadas dejaron de llegar cinco horas y media después de q