La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha declarado oficialmente la existencia de una hambruna en la Franja de Gaza, marcando la primera vez que se registra tal situación en Medio Oriente. Este alarmante anuncio fue realizado por la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC), que ha confirmado que al menos 500.000 personas enfrentan una crisis humanitaria catalogada como "catastrófica".
El informe indica que la hambruna ya se desarrolla en la gobernación de Gaza, donde los niveles de hambre y desnutrición han alcanzado umbrales extremos tras 22 meses de conflicto. La situación es especialmente crítica en la Ciudad de Gaza, donde se concentra la mayor parte de la crisis, justo en medio de la preparación de una nueva ofensiva militar israelí.
António Guterres, secretario general de la ONU, ha calificado esta crisis como un "desastre provocado por el hombre" y ha instado a la comunidad internacional a actuar de inmediato. Guterres enfatizó que "la gente se muere de hambre y quienes tienen el deber de actuar no lo hacen". Además, subrayó que Israel, como potencia ocupante, tiene la obligación de garantizar el suministro de alimentos y medicinas a la población.
El informe de la IPC advierte que entre mediados de agosto y finales de septiembre, la emergencia alimentaria podría agravarse y expandirse hacia el centro y sur del territorio. Tom Fletcher, director de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU, ha declarado que esta tragedia "pudo haberse evitado" si no existiera lo que él describe como "un bloqueo sistemático de Israel al ingreso de ayuda humanitaria".
Fletcher también ha señalado que "los alimentos están disponibles, pero permanecen detenidos en las fronteras por restricciones impuestas por Israel". Por su parte, el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, ha responsabilizado directamente al Gobierno israelí, afirmando que "la hambruna es la consecuencia de las medidas adoptadas por Israel para obstaculizar la entrada y distribución de asistencia vital".
La situación en Gaza ha llevado a la ONU a calificarla como una crisis moral y un fracaso de la humanidad. Guterres ha instado a un alto el fuego inmediato y a un acceso humanitario pleno y sin restricciones. La comunidad internacional se enfrenta a un momento crítico para actuar y evitar que la situación continúe deteriorándose.