Se anticipa que una jueza de primera instancia en Estados Unidos ordene la liberación de Kilmar Ábrego García, un salvadoreño, de una cárcel en Tennessee este viernes. Esta decisión se produce mientras Ábrego García espera juicio por cargos federales de tráfico de personas. Su liberación representará la primera sensación de libertad desde que fue deportado injustamente a una prisión en El Salvador en marzo, convirtiéndose en un símbolo de las estrictas políticas de inmigración del expresidente Donald Trump.
Los abogados de Ábrego García informaron que una empresa de seguridad privada lo trasladará desde Tennessee a Maryland tras su liberación. Sin embargo, su libertad podría ser temporal, ya que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) podría detenerlo al llegar a Maryland y buscar su deportación nuevamente.
Las narrativas sobre Ábrego García son polarizadas. Mientras que el gobierno de Trump lo presenta como un miembro de la pandilla MS-13 y un traficante de migrantes, sus abogados lo describen como un hombre de familia y trabajador de la construcción, víctima de una deportación arbitraria y acusaciones motivadas políticamente.
Ábrego García, de 30 años, huyó de El Salvador a los 16 años debido a la extorsión y el terror de una pandilla local. Se trasladó a Maryland, donde encontró trabajo y formó una familia. En marzo de 2019, fue detenido por la policía local en busca de trabajo, pero no se le acusó de ningún delito. Un juez de inmigración le negó la solicitud de asilo, aunque le otorgó protección contra la deportación a El Salvador, reconociendo su "miedo bien fundado" de persecución por parte de pandillas.
En marzo de 2020, el gobierno de Trump lo deportó a El Salvador, violando la orden de protección del juez. Ábrego García denunció haber sido golpeado y torturado psicológicamente en prisión, aunque el presidente salvadoreño Nayib Bukele negó estas acusaciones. Tras una creciente presión política, fue devuelto a Estados Unidos en junio, enfrentando ahora cargos de tráfico de personas relacionados con una parada de tráfico en 2022.
Los abogados de Ábrego García han presentado una moción para desestimar el caso, alegando "persecución vengativa y selectiva". En una audiencia reciente, la jueza Barbara Holmes determinó que no representa un riesgo de fuga ni un peligro para la comunidad, y propuso condiciones de liberación que incluyen monitoreo electrónico y detención domiciliaria.
Sin embargo, Ábrego García ha permanecido en prisión por temor a una deportación inmediata por parte del ICE. En un tribunal federal, se confirmó que sería detenido al ser liberado, y se mencionó que México o Sudán del Sur podrían estar dispuestos a aceptarlo. A pesar de estos temores, la jueza Paula Xinis ha prohibido al ICE detenerlo inmediatamente al ser liberado, exigiendo que cualquier proceso de deportación comience en Baltimore, permitiendo así que Ábrego García y sus abogados puedan presentar sus preocupaciones sobre posibles persecuciones.