El huracán Erin está causando estragos en la costa este de Estados Unidos, con fuertes vientos y marejadas peligrosas. Este fenómeno meteorológico ha llevado a la emisión de alertas y a la declaración de estados de emergencia en varias regiones. El jueves 21 de agosto de 2025 se prevé que sea el día más crítico, especialmente en Nueva Jersey y Delaware, donde se anticipan vientos de hasta 80 km/h y olas que alcanzarán los 3,6 metros de altura.
Las autoridades han emitido una Primera Alerta que se extenderá hasta la medianoche del viernes 22 de agosto. Los impactos de Erin se sentirán principalmente en la costa, con un enfoque particular en la región de Filadelfia, donde los vientos se intensificarán. En Carolina del Norte, el huracán ha inundado carreteras y ha afectado a las comunidades costeras, especialmente en las islas Outer Banks, donde las olas han superado las dunas y han inundado viviendas.
El Centro Nacional de Huracanes ha advertido sobre la posibilidad de que Erin se intensifique nuevamente, alcanzando potencialmente la categoría 3. A pesar de las advertencias, muchos residentes en las áreas afectadas han decidido permanecer en sus hogares, recordando experiencias pasadas con tormentas. Jacob Throne, un residente de Hatteras, comentó: "Recuerdo haber sacado canoas de mi patio delantero para ir a la escuela, así que no creo que vaya a ser tan malo".
Las playas a lo largo de la costa este, incluyendo Nueva York y Nueva Jersey, han sido cerradas para nadar debido a las condiciones peligrosas. Se prevén inundaciones costeras moderadas en Long Island y partes de la ciudad de Nueva York. En Nantucket, se anticipan olas de más de 3 metros en los próximos días. Las autoridades han instado a la población a mantenerse alejados del agua, ya que las corrientes de resaca pueden ser mortales.
Erin, que se encuentra a unos 340 km al este de Cabo Hatteras, sigue siendo un huracán de categoría 2, con vientos máximos sostenidos de aproximadamente 165 km/h. Su tamaño es inusualmente grande, con vientos de tormenta tropical que se extienden a lo largo de 965 km. Los meteorólogos advierten que los huracanes en el Atlántico son cada vez más propensos a intensificarse rápidamente debido a las temperaturas más cálidas del océano.
Mientras tanto, se están monitoreando otras perturbaciones tropicales en el Atlántico que podrían convertirse en tormentas con nombre en los próximos días. Las comunidades costeras se preparan para enfrentar los efectos de Erin, mientras que los rescatistas continúan alertas ante posibles emergencias.