Tras 48 horas de paro, hoy, en el tercer día, los obreros ingresaron a la fábrica para mantener la asamblea y no retroceder en su reclamo, a pesar de las presiones de la empresa. La bronca es generalizada ante los salarios de miseria y la precarización que impone la patronal de Paolo Rocca, evidenciada en jornadas de hasta 16 horas y un humillante bono para comida que fue rotundamente rechazado. La lucha de este sector, que se suma a la de los metalúrgicos de Acindar, podría ser un punto de inflexión para unificar la pelea contra el ajuste del gobierno de Javier Milei y la explotación que sufren los trabajadores de la región.
Se mantiene el paro de contratistas en Ternium Siderar San Nicolás
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