Tres cráneos fueron descubiertos en la sede de la Logia Masónica de San Miguel, en la Región Metropolitana, tras una denuncia por un robo. La situación se reveló cuando la policía llegó al lugar para investigar el hurto de artículos electrónicos. Durante la inspección, los agentes encontraron una sala oculta donde estaban los restos óseos, que se presume podrían haber sido utilizados en rituales o ceremonias.

La Gran Logia de Chile ha expresado su disposición a colaborar con las autoridades para esclarecer el origen de los cráneos. En un comunicado, la institución afirmó que rechaza cualquier insinuación de prácticas ilícitas y que, si se confirma que los restos son humanos, se deberá investigar su procedencia. El director jurídico de la Gran Logia, Eduardo Harcha, explicó que "en la tradición masónica universal se utilizan diversos elementos simbólicos y alegóricos" y que los cráneos, en su mayoría réplicas o restos donados legalmente, sirven como recordatorio de la fragilidad de la vida.

Los cráneos fueron hallados en un inmueble ubicado en la intersección de calle Gambetta con Arturo Prat, cerca de la estación de Metro El Llano. La Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) está llevando a cabo la indagación. Hasta el momento, no se ha determinado la antigüedad ni el contexto de los cráneos. La Gran Logia de Chile reafirmó su compromiso con la transparencia y la colaboración con las autoridades en este caso.