Colombia enfrenta una escalada de violencia inquietante tras los ataques ocurridos el jueves 21 de agosto: un helicóptero de la Policía derribado en Amalfi (Antioquia) y un carro bomba estallado cerca de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez en Cali .
Este viernes 22 de agosto, el país se vio nuevamente sacudido por múltiples hechos violentos en distintas regiones como el hostigamiento a base militar en El Tarra (Catatumbo, Norte de Santander) y la explosión de un artefacto en el centro de Florencia (Caquetá), profundizando el clima de zozobra.
Los dos atentados de este jueves dirigidos a la fuerza pública marcaron un punto de inflexión en la seguridad nacional. El helicóptero derribado en Antioquia dejó 13 policías muertos y otros cuatro heridos . Simultáneamente, el at