Colombia enfrenta una grave crisis de seguridad tras dos atentados ocurridos el jueves, que han dejado al menos 20 muertos y más de 70 heridos. Los ataques se registraron en el municipio de Amalfi, Antioquia, y en Cali, Valle del Cauca. En Amalfi, un helicóptero de la Policía Nacional fue derribado, resultando en la muerte de 13 agentes. Este incidente ha generado una profunda conmoción en el país y ha elevado las preocupaciones sobre la creciente capacidad de los grupos criminales.
El gobierno colombiano ha atribuido la responsabilidad de este ataque a las disidencias de las FARC, específicamente al Frente 36 de Calarcá. En Cali, una explosión cerca de la Base Aérea Marco Fidel Suárez dejó al menos siete muertos y más de 70 heridos, según el último balance de la Alcaldía.
El Departamento de Estado de Estados Unidos condenó estos actos de terrorismo. En un comunicado, el gobierno estadounidense expresó su pesar por la pérdida de vidas y extendió sus condolencias a las familias de las víctimas. "Desafortunadamente, esta ola de violencia reabre un capítulo oscuro en la historia de Colombia", señalaron. Además, afirmaron que no tienen conocimiento de ciudadanos estadounidenses entre los afectados.
Germán Rodríguez, oficial en retiro y líder de la Reserva Militar y de Policía de Colombia, expresó su preocupación por la situación actual. "Estamos en un año preelectoral, que históricamente ha sido sangriento en Colombia, pero este año está incrementado aún más", afirmó. Rodríguez también mencionó la supuesta conexión entre grupos narcoterroristas colombianos y el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
El procurador general de Colombia, Gregorio Eljach, condenó los actos de violencia y responsabilizó a los grupos narcoterroristas. En un comunicado, enfatizó la necesidad de unidad nacional para enfrentar esta crisis. "La memoria de un pasado violento nos obliga a mantenernos firmes y vigilantes", subrayó. Eljach hizo un llamado al presidente Gustavo Petro para que revise la expansión de las organizaciones criminales y fortalezca la acción del Estado.
La jornada del jueves ha sido calificada como un día de terror, con un saldo trágico que ha dejado a Colombia en luto y con un panorama de inseguridad que preocupa a la población.