Elías Bendodo, vicesecretario general de política autonómica y municipal del PP, acusó el jueves a Virginia Barcones, directora general de Protección Civil, de ser “una pirómana más”. Dicha acusación se corresponde con la dura oposición conservadora, pero resulta particularmente desafortunada. En primer lugar porque, en el ejercicio de su cargo, Barcones lleva casi dos semanas trabajando sin tregua para combatir los incendios que arrasan el oeste y el noroeste peninsular (y no para prenderlos). En segundo, porque decir de alguien que sufre piromanía y que se comporta como un pirómano equivale a atribuirle una enfermedad mental y un delito que puede acarrear condenas de entre diez y veinte años. Y, en ter­cero, porque las palabras de Bendodo abundan en un estilo de oposición que subordina l

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