Ser comunicador es, sin pensarlo dos veces, un arte más que un oficio, es tener la tenacidad de ilustrar contextos y colocarlos ante la opinión pública que merece estar informada. Solicito mi derecho a réplica ante este medio , activo en redes sociales populares y amplias como el Facebook y el Twitter, en virtud que el día miércoles 10 de agosto un autor sin identificarse escribió un artículo titulado: el cual aparte de temerario, resulta incluso irrespetuoso hacia mi persona, claro, no es de extrañarme, si lo primero que veo al abrir el artículo es la publicidad de una empresa regional, escena que se repite al finalizarlo. Siento entonces que obedece a una pretensión mal sana de ubicarme como factor de perturbación para la Revolución Bolivariana y el estado Delta Amacuro, sin embargo, ni
Yánez responde: No incendié la pradera… Encendí la esperanza

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