Con la codorniz como proteína central, estudiantes y docentes de la carrera de Gastronomía Internacional y Tradicional Chilena de la sede Chillán apostaron por rescatar los sabores ancestrales de Ñuble en la tradicional fiesta costumbrista.
La Fiesta de la Longaniza, uno de los encuentros costumbristas más relevantes del país, tuvo este año un protagonista inesperado: la codorniz. Preparada al horno y rellena con productos autóctonos como manzana verde, avellanas y la infaltable longaniza, la propuesta fue presentada en el show de cocina en vivo liderado por los estudiantes y docentes de la carrera de Gastronomía Internacional y Tradicional Chilena de Santo Tomás sede Chillán.
El chef y docente Sebastián Figueroa, a cargo de la preparación, explicó que la elección del plato buscó resalta