Al espectador atento, la conferencia de prensa de Donald Trump y Volodímir Zelenski del pasado lunes debió de dejarle los pelos como escarpias. Más allá del chascarrillo en torno a la posibilidad de celebrar elecciones en Ucrania —"Ah, que si el país está en guerra, no hay elecciones, interesante…", dijo Trump ante la risa nerviosa de la prensa—, todas las intervenciones en clave nacional fueron alarmantes: el multimillonario arremetió contra el voto por correo , que considera una puerta al fraude y que, según él, solo funciona en Estados Unidos. También prometió prohibir las máquinas de recuento automático para sustituirlas por el clásico voto a voto en urna de hace décadas.
La firmeza con la que Trump hizo estas declaraciones no debería pasar desapercibida . Luego, podrá conse