Nací en Boedo en el 74. Crecí mientras se construía la Autopista Perito Moreno y pasé gran parte de mi infancia jugando en los infinitos baldíos de casas semidestruidas que dejó esa construcción por donde vi pasar al Papa Juan Pablo II en su Papamóvil. A mis nueve años, por la extensión de una bajada tuvimos que abandonar nuestra casa y nos mudamos de barrio, perdí a mis amigos, perdí la magia de tirar piedras en el baldío y entré en una extraña depresión o ensoñación infantil. Ese cambio me hizo meterme para adentro… de alguna manera entendí el vacío del ser a una temprana edad, ya no quería jugar a nada, comía poco, bajé de peso y en la nueva escuela no fui bien recibido. Si antes me sentía el rey de la manzana, de pronto me daba pánico salir a la calle.
Mirá también
Era una época dond