En las entrañas del sistema financiero global, el aire se ha vuelto eléctrico. Los mercados financieros no solo se movieron esta semana, sino que estallaron con una euforia que no se veía en mucho tiempo. ¿El detonante? Un discurso del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, que se desvió drásticamente del guion que todos esperaban. Sus palabras, con un tono inusualmente conciliador, o dovish para los que hablamos el lenguaje del mercado, encendieron la mecha de un rally masivo que ha dejado a más de uno rascándose la cabeza.

El corazón del asunto es que Powell, en una movida maestra, ha insinuado que la Fed no esperará a tener una inflación perfectamente bajo control para comenzar a recortar las tasas de interés. Este cambio es monumental. Por meses, la Fed ha mant

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