La controversia alrededor del Presupuesto 2026 se aviva cada día que pasa, pues ese proyecto de ley, el más importante para una nación, tiene un cronograma estricto para su aprobación y, de no darse el debate en el Congreso de la República en los tiempos reglamentarios, como sucedió el año pasado, terminará siendo expedido por decreto , lo que, a todas luces, no es bueno para la democracia ni para las finanzas públicas.
La propuesta legislativa debe estar aprobada el 30 de octubre, pero ya muchos parlamentarios, principalmente de partidos de oposición al Gobierno, manifestaron que no avalarán el monto, establecido por el Ministerio de Hacienda en 556,9 billones de pesos, de los cuales 26,3 billones provienen de una fuente incierta: una reforma tributaria de difícil aceptación en las