“Los compañeros se nos fueron muriendo durante el día. Unos fallecieron mientras nos hablaban de sus hijos, otros solo nos daban la mano y se iban yendo”. Así comienza el testimonio de uno de los policías que sobrevivió al macabro atentado que ejecutó el frente 36 de las disidencias de las Farc en Amalfi, Antioquia, el pasado 21 de agosto, en el que perdieron la vida 13 uniformados.
Él y 18 hombres, además de las tripulaciones de dos helicópteros, se dirigieron hacia el nordeste del departamento para arrancar plantas de coca que le dejarían millonarias ganancias al grupo ilegal. A las 8:00 a. m. fueron llamados a la pista de despegue en Caucasia y sobre las 9:30 a. m. ya estaban cargando sus equipos para regar químicos y empezar con la maniobra en el terreno.
Las tareas fueron interrump