
A diferencia de 2024, en el que las plataformas turismofóbicas de Baleares agrupadas en el colectivo ‘Menys Turisme, Més Vida’ (‘Menos Turismo, Más Vida’) , sacaron la pancarta a la calle en Palma hasta en dos ocasiones durante la temporada alta turística y okuparon playas emblemáticas de Mallorca hasta en tres ocasiones, este año han decidido guardar las pancartas, las convocatorias, las manifestaciones y las okupaciones playeras . Nada en sus agendas en lo que queda de una temporada alta sin movilización tras el gran fiasco de concepto y de convocatoria del pasado 15 de junio .
No hay ninguna convocatoria de movilizaciones, okupaciones o protestas callejeras en las agendas de las plataformas convocantes de las últimas manifestaciones contra el turismo en Mallorca . Tampoco en el resto de Baleares .
Nada que ver con el ambiente y con las convocatorias del verano de 2024. El año pasado, ‘Menys Turisme, Més Vida’ consiguió congregar a 15.000 personas en una manifestación que recorrió las principales calles de Palma el 25 de mayo. Pocas semanas después se superaron reuniendo con el mismo propósito y mismo recorrido a 20.000 manifestantes el 21 de julio. En ambas protestas estaban los partidos de la izquierda balear haciéndose la foto junto a unos manifestantes que protestaban en realidad contra una sensación de saturación que permitieron los gobiernos anteriores de la socialista Francina Armengol .
En 2024 nació también ‘Mallorca Platja Tour’ , un grupo que anunciaba okupaciones de playas para los residentes para que no pudieran acceder a ellas los turistas. Cosecharon tres grandes ‘pinchazos’ con apenas un grupo de amigos como asistentes . Fracasaron en Sa Ràpita, en el Balneario 6 de la Playa de Palma y en el archiconocido Caló des Moro donde la Guardia Civil identificó a los manifestantes por las molestias ocasionadas a los turistas.
El principal motivo de la ausencia de manifestaciones este verano está en otro fracaso: el de la manifestación del pasado 15 de junio. Sólo 8.000 personas - la menos concurrida de todas - y en la que coincidía todo tipo de pancartas: por el catalán en las aulas, contra los jets privados, por la vivienda y contra el turismo. Muchas manifestaciones en una.
En paralelo, los responsables de las okupaciones de playas no han okupado ninguna en todo el verano. Hubo un intento que acabó en desconvocatoria por las condiciones que les puso la Dirección General de Costas para conceder el permiso. Nada de nada.
Todo esto sucede en un verano que arrojará buenos resultados de negocio para los hoteles pero que empieza a mostrar ciertos síntomas de agotamiento en los mercados emisores y en la oferta complementaria de las islas por el importante aumento de precio de hoteles y vuelos .
A diferencia de 2024, el verano de 2025 no ha ido más allá de los arrebatos de los radicales de Arran y sus acciones vandálicas contra establecimientos de extranjeros residentes y contra la Conselleria de Turismo de Baleares.