Alfredo Saade causó un vendaval en la Casa de Nariño durante su paso por la jefatura de despacho del presidente Gustavo Petro. Testimonios recogidos por SEMANA alertan de supuestos altercados con empleados, presuntos maltratos verbales y aparentes actitudes “dictatoriales”, todo justificado en posibles órdenes emitidas por el jefe de Estado.
La suspensión durante tres meses del cargo emitida por la Procuraduría no tomó por sorpresa al alto Gobierno: “Somos conscientes de que, jurídicamente, está bien sostenida la decisión, él cometió un error y mire el resultado”, dijo a esta revista una de las personas de confianza del primer mandatario.
Pese a la salida de Saade, el fuego amigo sigue vigente en Palacio: Petro recibe quejas de unos empleados públicos contra otros, mientras tra