La renuncia de un cargo electo, único aspirante para su vacante, fuerza al Órgano de Administración estatal a elegir a dedo a un sustituto entre los secretarios judiciales
Durango tuvo unas elecciones judiciales inéditas el pasado 2 de junio, cuando se designó por primera vez en la historia a los jueces y magistrados de la próxima década mediante voto popular. En los comicios de este Estado del noroeste entraron en liza 49 de las 1.800 vacantes locales que estaban en disputa. 49 fue también, ni más ni menos, el número de aspirantes a ocuparlos. Los comités de evaluación de los tres poderes estatales acordaron presentar al mismo candidato, y solo a uno, para cada uno de los puestos sometidos a elección, es decir, los ciudadanos no pudieron elegir nada el 2 de junio , pues los triunfos es