Bajo la mirada de quienes lideran el retroceso democrático en el Perú, basta la aritmética de votos en el Congreso para justificar cualquier decisión, incluso si esta atenta contra la Constitución, debilita las instituciones o ignora de manera frontal la voluntad popular.
Y es que la soberanía —como concepto fundamental para sociedades que trabajan por ser democráticas— ya no se entiende como la expresión de un pueblo libre que se gobierna a sí mismo. Al contrario, se usa como excusa para justificar arrebatos autoritarios.
Históricamente, la noción de soberanía fue una conquista de la modernidad política. Desde Bodin, Hobbes, Locke y Rousseau hasta las revoluciones estadounidense y francesa en los siglos XVI, XVII y XVIII, el concepto evolucionó de ser la autoridad indivisible de un mona