* Por Salomón Lerner Febres, Presidente de IDEHPUCP. Fue presidente de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR).
No era de esperarse que la presidenta de la República observara la ley dada por el Congreso para garantizar la impunidad a policías, militares y paramilitares ante las violaciones de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad cometidos entre 1980 y 2000. Su ejecutoria como jefa de Estado no permite esperar de ella gestos democráticos, humanitarios o simplemente respetuosos del Estado de derecho.
Pero si la promulgación se daba por segura, en cambio, no era previsible que la presidenta Boluarte organizara una fiesta alrededor de ella, una celebración en la que estuvieron invitados viejos responsables de graves crímenes, a los que saludó con especial deferencia. Así,