Fue en un viaje al pueblo de sus abuelos en el sur de Italia, allá por el año 2000, que Juan Pablo Padrevita se topó con la verace pizza napoletana y s u masa alveolada, liviana que “le voló la cabeza”. Fue un shock y el principio de una historia de amor que lo llevó a ser un pionero de este estilo de pizza en el país. En 2015 abrió la primera escuela de pizza napolitana de Sudamérica y en una década formó a más de 7000 aficionados y profesionales de distintas provincias y países.
“Empecé con este tema de la pizza napolitana porque acá no encontraba dónde comerla”, explicó Padrevita a TN .
Después de años de cocinar “como hobby para la familia y los amigos”, puso un restaurante y abrió la en el microcentro (Reconquista 479) “para que los chicos que no pudieran viajar se p