Una sombra en la neblina digital

El principio de autonomía exige que los usuarios tengan la capacidad de decidir cómo y qué tanto usar estas herramientas.

Fernando Islas

Titulares recientes hablan de un posible “trastorno cerebral” en los usuarios frecuentes de ChatGPT y otras herramientas de inteligencia artificial. El asunto invita a la reflexión (la humana), en tanto se estira la liga de la intriga (la digital). Estudios advierten que el cerebro puede atrofiarse si delega su atención y creatividad a un dispositivo externo. La cosa se complica, pues están los que lo hacen con gusto, como quien cede las llaves de su casa a un extraño.

Oliver Sacks, el neurólogo que supo narrar las peripecias de los cerebros, quizás habría descrito, con metáforas clínicas, a un paciente actual: alguien

See Full Page