Cuando los incendios se apagan se van las brigadas forestales, las autoridades, las cámaras... y empieza otro reto igual de complicado: evaluar los daños, reconstruir y repoblar lo quemado.

El impacto del fuego dura años. Lo hemos comprobado en la Sierra de Guadarrama, donde hace 26 años se quemó el Monte Abantos . Todavía hoy podemos ver las cicatrices.

María Asunción todavía tiene grabado en la memoria lo ocurrido aquel caluroso día de 1999. "Estaba en la piscina del pueblo y nos sacaron de allí para coger el agua".

Había comenzado uno de los incendios más devastadores de la Sierra de Guadarrama . "La humareda que había era horroroso, pero es que olía a ceniza", "Se veían las llamas, todo el monte ardiendo", recuerdan los vecinos.

03.43 min Reforestación tras un incendio:

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