Járkov, 23 ago (EFE).- La agricultura se convierte en un salvavidas para los habitantes de los territorios devastados por la ocupación rusa, donde la pérdida de empleos y la presencia de minas antipersonales que persisten tres años después de su liberación por Ucrania se ven contrarrestadas por una iniciativa que proporciona a la gente invernaderos y apoyo logístico para cultivar y vender sus productos y afrontar el futuro incierto.

“Hace poco, no me imaginaba saber tanto sobre el cultivo de pepinos y tomates”, dice Meriam Yol, exproductora de videos y ahora directora de la ONG “Volonterska” en la ciudad nororiental de Járkov.

Yol está detrás del mostrador de una pequeña tienda en el “Almacén Siete”, un espacio popular entre los jóvenes de la ciudad. En el mostrador hay verduras frescas,

See Full Page