Por las calles de Barcelona lleva cinco años circulando un autobús de la línea V3 que ha estado funcionando exclusivamente con un combustible renovable generado a partir de lo que menos nos imaginamos: residuos humanos . Y lo mejor de todo es que el experimento ha sido considerado como un éxito.

Un proyecto que ha conseguido evolucionar. Este proyecto fue bautizado como ' Nimbus ', y es el resultado de un acuerdo de colaboración entre la empresa de gestión de aguas local Veolia , Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) y la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Juntos han convertido el concepto de economía circular en algo muy tangible: transformar los lodos de las aguas residuales en biometano para el transporte público.

Cinco años después, y con unos buenos resultados e

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