Con las candidaturas parlamentarias ya inscritas, los partidos –de oficialismo y oposición– han comenzado a sacar sus cálculos más íntimos. Lejos del estrés y el bluff de las negociaciones entre colectividades, cada tienda ha podido abordar, con nombres en mano, dónde están puestas sus mayores fichas de cara a la elección de noviembre.

En la lista Unidad por Chile, que incluye a los seis partidos más grandes del oficialismo y la Democracia Cristiana (DC), han debido hacer frente a una dura realidad: el propósito de la unidad amplia del sector, en buena parte de los casos, los obligó a ceder más de lo que habrían esperado. Por lo mismo, el consenso es que crecer en esta elección será complejo y han acotado sus expectativas.

Ese es el caso del Partido Socialista (PS), colectividad que llev

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