El reciente pedido de las autoridades británicas de borrar correos electrónicos viejos no es un simple gesto simbólico . Detrás de esa recomendación de la Agencia de Medio Ambiente del Reino Unido hay un problema real y creciente.

Este verano, varias regiones inglesas entraron oficialmente en sequía , tras registrar los seis meses más secos desde 1976. El gobierno impuso restricciones en el uso de mangueras, pidió acortar las duchas y hasta recuperar agua de lluvia para jardines. Pero en esta ocasión sumó una advertencia menos evidente: también el mundo digital consume agua.

Cada correo electrónico, foto o archivo que se guarda en la nube se almacena en gigantescos centros de datos repartidos por el mundo . Estos servidores funcionan las 24 horas, lo que genera un enorme calor. Par

See Full Page