El pasado 11 de mayo, en el último clásico disputado en Montjuïc y hacia el minuto 80, Ferran Torres disparó, y el balón impactó en el brazo de Tchouaméni dentro del área. Mbappé acababa de marcar el 4-3, y los de Flick, que venían de remontar un 0-2 que parecía imposible, querían poner más distancia en el marcador. Parecía una mano clara. Pero Hernández Hernández no señaló la pena máxima. Ni siquiera cuando el VAR, con Martínez Munuera al mando, le instó a revisar su decisión en el monitor. En la conversación captada por el VAR, el colegiado dijo: “Tchouaméni tenía el brazo hacia abajo. Para mí no es penalti”. Es decir, consideró que el brazo del francés estaba en posición natural. Aun así, el Barcelona logró mantener su meritorio 4-3.
En el Ciutat de València, el Barç a volvió a abon