Se enfría la cerveza. Hablamos, obviamente, de su consumo. Es un fenómeno global. La creciente atención al bienestar y a la salud, la lucha contra las calorías de más, cambios generacionales, subida del coste de la vida, encarecimiento de la producción… Todo suma. Y los aranceles son la gota que colma el vaso.

El caso más emblemático se vive en Alemania, primer productor europeo. En los últimos 30 años el consumo de cerveza ha caído un 35%. Un alemán en el 2000 bebía 126 litros al año. Veinte y cinco años después, traga menos de 90. “En Alemania hay una notable sed de cerveza, pero no tanta como para apurar un tercer o cuarto vaso”, apuntaba Volker Kuhl, consejero delegado de la cervecería C&A Veltins.

El sector cervecero es responsable de más de 540.000 empleos en España, y su consumo e

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