La corrupción en la política siempre se disfrazó de estrategia de financiamiento. Las campañas electorales son caras y los métodos de aportes voluntarios a la causa no siempre son transparentes, ni suficientes.

En el sistema capitalista los retornos son la norma de casi cualquier circuito comercial, algo que seguramente conoce, por ejemplo, cualquier proveedor de grandes supermercados. “La mía”, “la tuya”, “el fi”, las denominaciones abundan. Quien ocupa un lugar donde sus decisiones puede trabar o agilizar la circulación del capital sabe que, si su ambición es mayor a su ética, siempre podrá acceder al cobro de un peaje, a su parte. Así funciona “el sistema”, por eso el que conecta las dos puntas de una operación, a la oferta y la demanda, cree que tiene una suerte de derecho natural a u

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