El arte y la discapacidad han recorrido un largo camino de la mano y en Córdoba esa travesía tiene un nombre: Desafiarte . Lo que comenzó hace más de dos décadas a partir de la iniciativa de un puñado de instituciones, hoy se ha convertido en un movimiento cultural que rompe barreras y que se erige como un estandarte de resistencia y dignidad.
En el marco de las actividades que culminarán el próximo domingo 31 de agosto, Perfil Córdoba dialogó con Adriana Torriglia , una de las figuras clave en la génesis de este festival inclusivo.
La génesis de una utopía
La historia empezó con un cambio de paradigma. La discapacidad, tradicionalmente abordada desde un enfoque puramente médico –centrado en el diagnóstico y la rehabilitación– comenzó a incorporar la dimensión educativa.
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