El farmacéutico de Navalcán, Álvaro Bejerano Pita da Veiga en la inauguración de la reforma del establecimiento/ Imagen cedida

Álvaro Bejerano Pita da Veiga regenta ahora la farmacia que su madre compró cuando él solo tenía tres meses en Navalcán, un pueblo de menos de 2.000 habitantes en la provincia de Toledo. “Lo que más he aprendido de mi madre es mirar a la gente de tú a tú, que todos son iguales. Lo que las personas muchas veces necesitan es ser escuchadas, y nuestro deber es ayudar a cada uno con lo que necesita, ya sea una dispensación o una conversación”.

El joven, de 36 años, estudió Administración y Dirección de Empresas y reside en Talavera de la Reina. Sin embargo, tras trabajar mucho tiempo en una multinacional sintió que necesitaba “ayudar a los demás”.

“Siempre me he cri

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