En muchas ocasiones pasan desapercibidos porque los focos y las miradas se dirigen a los que visten de luces o a los que portan una ofensiva cornamenta. No son los protagonistas directos de lo que sucede en el ruedo, ni mucho menos; ese papel queda reservado para los bravos y los valientes, pero sí resultan determinantes para el correcto desarrollo del espectáculo que se pone en escena entre las seis y media de la tarde y las nueve de la noche.

Los trabajadores del servicio de plaza del coso conquense son una especie de 'ejército' de polos azul celeste, y es que su color es inconfundible y se dispersan por todos los puntos de la plaza en el desempeño de diferentes funciones. Areneros, mulilleros, carpinteros, acomodadores, porteros, mozos de banderillas... y así hasta rondar el centenar d

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