Si hay una planta que nunca debería faltar en un jardín o en una huerta casera, esa es el tomate . Este fruto versátil y sabroso no solo es un ingrediente clave en la cocina, sino que además se adapta muy bien al cultivo hogareño. Su aroma inconfundible, su sabor fresco y la posibilidad de cosecharlo en su punto justo hacen que tener estas plantas sea una experiencia gratificante y deliciosa.
Los tomates son ideales para preparar ensaladas frescas en el verano, aportando color, jugosidad y nutrientes esenciales como vitaminas A, C y antioxidantes naturales. Cultivarlos en casa garantiza que lleguen a tu mesa sin químicos ni conservantes, y además te permite disfrutar del placer de cosechar tus propios alimentos.
Lo mejor es que no hace falta un gran espacio: podés sembrarlos en macetas